NUEVA SECCIÓN «PALABRA DE SECRETARIA»
A través de esta sección, compartiremos reflexiones, monólogos y situaciones que se podrían dar en el día a día de cualquier profesional de nuestro campo
“¡Pobre de mí!” . Crónica de un directivo desahuciado. Léase en modo ironía: ON *
¿Habéis pensado alguna vez en ese momento vital que viven nuestros directores y directoras tras el fin de su carrera laboral?
Esa cantidad de reuniones maratonianas, esa agenda a reventar por haber “trabajado” tantas horas calentando esa silla por conseguir un despacho con vistas a una pradera llena de pupilos; donde toda la luz que baña en el cristal… ese es su reino.
Pasan sus días felices con sus agendas cual lasaña que solapa la carne con el queso, salen de noche de casa y llegan más de noche aún.
Miguel era un superdirectivo, se había forjado una posición en una empresa a la que le había dado todas sus horas. Estaba en su mejor momento: con un despacho con vistas a sus equipos que no despegaban el culo de la silla, una secretaria en 24×7… ¡¡Lo tenía todo!!
Hasta que llegó el día… el fatídico día D, donde su reino se iba a acabar y pasaría al destierro… ¡¡hasta en su casa!!
Era un día cualquiera con la agenda que no cabía ni un chinche… —¡¡Miguel, multi de urgencia con el presi!! —le dice su secretaria—. Esas palabras resuenan cada mañana al despertarse a día de hoy. Ya no recuerda cómo se llamaba ella, pero recuerda su voz como si fuera ayer.
La multi de urgencia se convirtió en la comunicación del anuncio de su salida de la compañía. Su edad ya les parecía demasiada a los millennials, que ya venían pisando fuerte. La empresa le “invitaba” a visitar a RRHH para que le echasen los números de su despedida. En menos de un mes todo su mundo conocido se venía abajo. Él aún no sabía que la vida real le estaba esperando; aún se está adaptando.
Su fiesta de despedida (organizada por su Secretaria) fue todo un exitazo. A ella nadie se lo agradeció, pero todos recuerdan las risas y el regalo mierda típico de despedida, hecho a modo colecta para salir del paso. En los corrillos y a sus espaldas se susurraban frases como “Tanta paz lleves como dejas”, “Qué ganas de perderte de vista”, “Anda y que te aguanten en tu casa”. Pero, delante de Miguel, aún todo eran risas ja, ja.
Los primeros días de adaptación de Miguel fueron largos, muy largos. Cambió de modelo de móvil tres veces porque no sabía que le pasaba: no sonaba, no entraban las notificaciones y pensaba que no le funcionaba ni el reloj, porque los minutos tardaban más en cambiar. Ese día fue cuando descubrió que ya nadie le necesitaba.
Un buen día, decidió que esa situación no iba a poder con él; había sido un superdirectivo, ¡¡Tenía que encontrar nuevo reino donde la luz lo bañase todo!! Y se fue a ver una obra cercana a su casa. Os adelanto que no fue una buena idea.
Se plantó allí tan feliz con un portátil y estaba entusiasmado, hizo un planner con los nombres de los obreros, revisaba sus tiempos de trabajo poniendo ladrillos, les gritaba para darles ánimos: ¡¡Vamos Equipo, vamos muy bien en target y run-operate, conseguiremos el objetivo mejorando el time to market!! Los obreros al principio le seguían el juego, pero a la hora del bocadillo ya estaban hasta los huevos de su PowerPoint con roadmaps y timings.
Aquel día su ego se topó con la más cruda realidad. Aquel mito que fue, de hombre tan tremendamente ocupado que solo iba a dormir a casa, se había esfumado: estaba irreconocible, tanto por él mismo como por su familia, porque nunca le habían visto despierto a plena luz del día. Hasta su interna, cuando le ve en el sofá de casa, le sigue preguntando hoy en día si viene a ver a alguien.
El pobre Miguel recordaba con nostalgia aquellos días con su cochazo deportivo de empresa que conducía con ese pedazo de sistema de música envolvente y de asiento calefactable. Ahora, en su lugar, lo único que él envuelve son los mosquitos cuando coge velocidad en su patinete eléctrico…¡¡Si es que al final no somos nadie!!
Mientras tanto.. ¿Queréis saber que fue de su secretaria? Pues tras esta experiencia, a día de hoy imparte charlas TED a Equipos para gestionar perfiles difíciles, y firma libros de su último best seller: Tu toxicidad, mi enriquecimiento. Si usted tiene algún problema, quizá pueda contratarla. Búsquela como “la secretaria indiscreta”.
*Esta historia podría estar basada en hechos reales o no, un exdirectivo nunca lo reconocerá.
La Secretaria Indiscreta
