Hotel Elba Madrid Alcalá: buen gusto, por lo exquisito, lo sencillo, lo hogareño.
Esta, fue la primera impresión que te encuentras cuando entras al hall del hotel. Es acogedor, es cálido, se respira tranquilidad en cuanto cruzas la puerta principal, y el recibimiento es una sonrisa de lejos, que te da la bienvenida.
Te encuentras una terraza en la explanada de la entrada, donde las noches de verano, primavera, tiene que ser lo mas delicioso de un atardecer en Madrid.
Llegué con una hora y media antes de la cita, aproveché para terminar mis cierres de mes, pasé a la cafetería, donde encontré un espacio silencioso, relajante, elegante, y con muchísima luz.
Trabajé como si hubiera estado en casa, y de pronto; escuché las voces de mis amigas, y fue el momento de cerrar el portátil, y unirme al grupo.
Nos recibieron con sumo encanto las queridas, Madi y Lucía. Muchas gracias por vuestra paciencia y atención ¡fue una tarde muy interesante!
Conocimos las habitaciones plenas de luz, serenidad, y decoración elegante y tonos neutros que invitaban a estar y disfrutar del espacio. Cuál de ellas, hasta la más sencilla, es espectacular, es la base de un buen hotel, entre otras cosas que te ofrezcan.
Buen gusto, es mi definición de todo lo que nos enseñaron.
El hotel, está en una de las zonas menos calurosas de Madrid, en avenidas anchas donde se deja bailar al viento, y por esto, se respira la mejor brisa de la ciudad.
Las salas de las reuniones te ofrecen desde algo íntimo, hasta algo majestuoso, muchos metros cuadrados para poder realizar un evento de hasta 2000 personas.
Las 16 salas disponibles en el hotel pueden ser utilizadas, como digo en mis anteriores líneas, desde algo íntimo o algo grandioso.
Descubre una sorpresa única en el hotel, donde reservar la sala más amplia te brinda beneficios exclusivos. Disfruta de un jardín privado reservado para aquellos privilegiados que deseen sumergirse en la belleza de nuestro exquisito vergel. Es un oasis que, si no lo ves, no lo crees.
Y, para terminar, el generoso y fantástico cóctel que nos sirvieron con apetecibles piezas a cuál de ellas la mejor.
Muchísimas gracias a las dos queridas Madi y Lucía, por toda vuestra atención, ha sido un placer poder disfrutar del maravilloso espacio donde tenéis la gran suerte de vivir cada día.
Jacinta Giménez Bedmar