Llegando a la estación de Doña María Zambrano, se notaba el calor húmedo que despide las ciudades de costa.
Son esos olores fascinantes que te hacen soñar y sabes que has llegado a la Reina de la Costa del Sol.
Con una filósofa y pensadora esperándonos en las instalaciones de su estación, sabia que este viaje, sería sorprenderte.
Nos recibe con sumo cariño, atención, y una pizca de dulzura la querida Susana Porras, responsable, anfitriona de este espectacular paseo por los diferentes espacios, unos conocidos, y otros mucho más recónditos.
En el espectacular Hotel Higuerón Málaga Curio Collection by Hilton. En sus impresionantes instalaciones, gigantescas, para crear eventos de muchísimas personas, donde se puede unir el trabajo, las experiencias, la belleza, el deporte, y porque no, la diversión.
Son espacios señoriales, con olor a canela y a olivo, mirando a la mar, en una de las partes del hotel, y en otras, las espectaculares vistas a las zonas comunes, plenas de un ambiente sano, deportista.

Invita al relax, el sosiego, y por otro lado, te encuentras espacios necesarios para esas reuniones donde a veces no sabes donde poder unir a tantas personas. Pues aquí, es el sitio. Impresionante.
Su cena en el restaurante Arara, de ensueño, productos frescos de temporada, ambientados con luces tenues, frescas, y sofisticadas.
Nos recibieron con todos los honores nuestra querida Susana y un inmejorable y amable Alejandro, el Manager del Hotel.
A la mañana siguiente, continuamos con nuestro viaje, y el camino, nos llevo al único Hotel, genuino, en una zona privilegiada.
La diversión, la belleza, el juego al golf está asegurada. Con las impresionantes habitaciones dando al campo cuidado como la seda de una alfombra.
Llegamos a Marbella, y nos dio tiempo Susana para poder realizar si queríamos algunas compras, así lo hicimos, porque las calles encaladas de Marbella, y sus coquetas y delicadas tiendas, te invitan a pasar y comprar.
Hotel Puente Romano de Marbella…He aquí, su única presentación, por sí solo, ya se le conoce, pero con el servicio, la atención, las instalaciones, el vergel de sus jardines, puedes pensar incluso que estas en un hotel de Asia…Pero no, estás en Marbella…
Nos recibió el querido y atento Andrés, ofreciendo un recibimiento fabuloso.
Almorzamos en el restaurante Sea Grill, y como no puede ser de otra manera, inmejorable.
Y de pronto me vi, en las impresionantes instalaciones del Corte Inglés, en Puerto Banús, donde nos agasajaron, con un rico aperitivo, además de aconsejarnos qué color, qué modelos nos irían bien.
Todo ello, llevado a escena por el exquisito Luis Herrero.
Querido Luis, volveré en breve, y terminaremos mi conjunto inacabado, por las circunstancias del enemigo, llamado tiempo.
Nueva sorpresa queridos.
La cena se realizo en una noche fresca, en la orilla de la playa, escuchando las olas golpear dulcemente la arena, se olía el agua marina, en el espléndido.
Amaneció el día, y nuestro primer compañero era el Sol, con su calor de la mañana temprano que apetecía que acariciara nuestra piel.
Llegamos a un sitio llamado la Finca Vega Verde
Nos recibieron con todo el cariño y esplendor que solo María, podía haberlo hecho. El equipo al completo, todos y cada uno de ellos, son una empresa, son una familia, donde la ecología, la sencillez, la ternura, y el sentimiento, son frutos de su huerta también. Y como buen comunicador, y pensador. El elegante Don Francisco.
Disfrutamos de las explicaciones de un alquimista del siglo XXI, la tierra nos habla, nos susurra si el viento, alejará las nubes, o acercará la tormenta. Sus combinaciones, y sus mezclas son geniales, dignas de las mejores hierbas conseguidas con sus métodos universales. Los cítricos, sus protagonistas, entre otros muchos frutos deliciosos
Sorprendida, e ilusionada con esta visita, llegamos a Málaga capital, y de nuevo, volvió Susana a sorprenderme.
Maravilloso, el Palacio Solecio. Estando en plena ciudad, es un espacio silencioso, fresco, de piedra, y con el homenaje del Sol en la fachada, siendo testigo del edificio.
Almorzamos en el patio del Hotel, arropadas con el buen servicio, y la atención del personal que nos atendieron.
Y como colofón al día, el paso siguiente fue ir al Palacio Limonar.
Un edificio sorprenderte, con espacios decorados con el lujo que imprime los terciopelos, las piezas art deco.
Extensos jardines geométricos, con vegetación de la zona, fresca y con olor a otoño.
Como despedida de nuevo, me encontré con mi amiga y pensadora María Zambrano, y me recordó, que volvíamos a casa, pero en Málaga, encuentras tu hogar, con la ternura y la profesionalidad que fuimos recibidas.
Gracias a todos ¡Gracias Susana!.
Estáis y estamos orgullosos de vuestra tierra, que es la nuestra también, uno de los mejores sitios para trabajar, relajarse, y comunicarse con los tuyos, sean familia o empresa. La Costa del Sol, la mejor zona. Para poder atender a nuestros clientes, añadiendo los mejores eventos, la mejor temperatura, los mejores espacios. En definitiva, es el mejor lugar para ofrecer la mejor imagen de nosotros y nuestra empresa.
Bellas ciudades, como han sido, Málaga, Marbella, Benalmádena, Fuengirola, Puerto Banús, Alhaurín de la Torre.
Y llegamos a Madrid, agotadas…Pero felices de poder haber vivido esta experiencia única e inigualable. Siendo las 21 horas de un domingo de otoño, de vuelta a la realidad.
Jacinta Giménez y Bedmar
