El lunes 27 de mayo de 2019 un grupo de asociadas de ASPM tuvimos la oportunidad de conocer el nuevo Hotel Pestana Plaza Mayor, un hotel en plena Plaza Mayor, en la Casa de la Carnicería y el lugar donde estuvieron los bomberos, en una visita organizada por Iván Lombardero
Fuimos recibidas en el patio con un cóctel suavecito y fresquito, que se agradecía en un día de calor.
Cuando estábamos ya todas pasamos a una sala, en la que Héctor Coronel, Director Comercial del Hotel nos hizo una breve presentación de la cadena y nos explicó la rehabilitación que se ha hecho, con historiadores, arqueólogos, arquitectos… hasta conseguir esta gran obra, en la que se integra lo moderno con el ladrillo visto antiguo, con guiños a Madrid en la decoración y resulta un conjunto muy agradable.
El hotel rinde un homenaje al trabajo de tejedores, bordadores, herreros, carpinteros y alfareros. En la escalera de subida encontramos una decoración de pañitos bordados antiguos, de esos que hacíamos en el colegio de pequeñas.
De ahí pasamos a hacer una visita al hotel, en la que pudimos comprobar el tributo a su arquitectura original, pues nos encontramos, en sus sólidas paredes, las cicatrices de la historia con una naturalidad sencilla, cerámica de Talavera en las habitaciones, distintas entre ellas, por la propia estructura del edificio. Como dato curioso, una de las habitaciones tiene la ventana justo en el Arco de Cuchilleros, lo que permite una vista diferente del Arco.
Las habitaciones conjugan un diseño elegante y contemporáneo.
Tiene spa con gimnasio y zona de relax, situado en las antiguas carboneras, que lo hace especialmente original y, en la última planta nos encontramos con una piscina exterior, abierta los meses de más calor, desde donde pudimos contemplar una magnífica vista de la zona antigua de Madrid y sus tejados y edificios.
El restaurante está especializado en carnes, pues estamos en la casa de la Carnicería, pudimos probar algunas de sus creaciones en el cóctel que nos ofrecieron al terminar la visita al hotel, en el que también probamos una gastronomía muy madrileña con un toque actual, como una tosta de ropa vieja, mini bocadillo de calamares, etc.
Accedimos al salón en el que sirvieron el cóctel, por las escaleras de estilo herreriano con las que la Casa de la Carnicería fue construida en el siglo XVII, con una vidriera y vistas a la Plaza Mayor.
Los balcones del fondo del salón dan a la Plaza Mayor, lo que lo convierte en un agradable espacio.
¡Fue una tarde estupenda!
Crónica elaborada por Conchita Alonso